El costo político que conlleva una posible, una muy posible alza en los pasajes del transporte público, ha obligado al gobierno central a diseñar una especie de artimaña legal para salir ileso de esta situación.
Muchos han sido los presidentes y los gobiernos que cayeron por esta causa, pero parece ser que la habillidad política de la Revolución Ciudadana ha evitado ese destino, librándose de la responsabilidad y endosándosela a los municipios. Esto de por sí es un tema de debate amplio, pero de él también nace una "coincidencia" que vale ser analizada:
La fecha.- Llama la atención que este tema salga al debate público cerca de una de las fechas insignes para el gobierno.
¿Por qué justo ahora y no hace 3 meses, o en diciembre pasado?
¿Acaso el gobierno necesita en estos tiempos formar una coalisión porque ve su poder mermado por su propia intolerancia?
El aspecto temporal es importantísimo. Justo ahora, la llamada nueva izquierda o progresista está concentrando fuerzas frente a una eventual restauración conservadora, como la llaman ellos.
Justo ahora, lanzan este tema a la población, con una fuerte propaganda nacionalista, todo para mantener ocupada su opinión. ¿Qué es lo que esconden? ¿Qué es lo que pretenden?
¿Acaso todo esto es una distracción?